martes, 28 de febrero de 2012

LIBRETA ESPIRITUAL: COMPARTIENDO VIDA...¡ESCUCHA!

Saber escuchar a veces es una experiencia nada  sencilla.
Con frecuencia creemos que aquello que pensamos cada uno es la verdad en su más pura esencia, sin conservantes ni colorantes.
¡Qué bien nos sentimos cuando alguien nos escucha! ¡Cuando alguien es capaz de oír los latidos de nuestro corazón clamando desde un compartir profundo!
Nuestras palabras a veces nos pierden, dan una imagen de nosotros mismos que no se corresponde con la realidad que vivimos por dentro.
Por eso es importante quitarse el megáfono de nuestra verdad, razón, lógica... es importante cerrar la boca y abrir los oídos para ser capaces de llegar a los otros.
¡Que nuestras palabras nunca hieran al hermano y nuestros oídos acojan la realidad que mora en su corazón!.
PARA INTERIORIZAR:
¿Sé escuchar a los demás? ¿Y a mí mismo, a mi interior?
¿Cómo aprender el arte de escuchar?
¿Qué piensas de esta frase "Dios nos dio dos orejas para escuchar y una sola boca para hablar? ¿Qué quiere decir?
¿Cómo aplicar esta escucha interior en el tiempo de Cuaresma?

viernes, 24 de febrero de 2012

LIBRETA ESPIRITUAL: POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS


Un árbol es bueno cuando da frutos buenos. Y para que llegue a darlos, el árbol requiere muchos cuidados.
Lo primero que hay que hacer es preparar la tierra para plantarlo; ha de estar la tierra bien regada, sin malas hierbas ni piedras que impidan a sus raíces extenderse y agarrar profundamente la tierra.
Después, es necesario tener una gran paciencia para permitirle crecer a su ritmo. También es necesario darle tiempo para reponer fuerzas, para recobrar la salud. En una palabra, hay que estar pendientes de él con un gran cuidado. Al árbol hay que darle también sus oportunidades.
Hay que podar las ramas secas para que la savia pueda llegar sin dificultad hasta las ramas más pequeñas y más alejadas del tronco.
Hay que apuntalarlo para que resista las tempestades. Si es frágil y está mal cuidado, resistirá poco y será arrancado de cuajo. HAY QUE PRESERVARLO DE LOS BICHOS QUE SE COBIJAN EN ÉL Y LE destruyen quitándole las fuerzas.
Hay que preocuparse de él en todo momento. ¡Entonces sí que será capaz de dar los frutos esperados, sabrosos y nutritivos!
Nosotros somos parecidos a los árboles. Nuestros frutos son nuestras obras y nuestras palabras. Si permanecemos plantados en la Palabra de Jesús, en su Evangelio, entonces daremos frutos -nuestras obras y palabras- en las cuales se podrá saborear la Palabra de Jesús. Si nos preocupamos de que nuestras raíces estén asentadas en Jesús; entonces nuestros frutos serán frutos de amor y no de odio.

                               
PARA INTERIORIZAR:
1. Escribe tu opinión sobre este texto.
2. ¿Qué te propones cambiar en esta cuaresma?
3. ¿Cómo vas a planificarte para conseguirlo?


jueves, 23 de febrero de 2012

Comienza la Cuaresma.

Cuarema tiempo de reflexión y de cambio, de camino hacia y con Jesús, estos 40 días de preparación para la pasión de Cristo debemos vivirlos con el corazón