viernes, 20 de febrero de 2015

CUADERNO DE VIDA: CONFLICTOS

CONFLICTOS: ¿Quién no tiene broncas, discusiones o desencuentros con gente? ¿Quién no se encuentra, alguna vez, atrapado en una situación tensa, a veces con alguien querido, y otras veces con personas a quienes quizás ni conoces? Y es verdad que somos gente de paz, que queremos vivir en armonía, concordia, y que lo de «bienaventurados los mansos» lo tomamos en serio. Pero es tan humano el no entenderse, el tener perspectivas diferentes y el enfadarse… Sin embargo, precisamente porque somos humanos, a veces tendremos bronca…
NO PERDER LA PERSPECTIVA: si hubiera que dar un consejo sobre cómo vivir los conflictos, probablemente uno de los buenos sería «no conviertas en personal lo que no lo es». Normalmente uno de los saltos más excesivos, y a menudo hirientes, es el que pasa del disgusto por una acción a la descalificación de una persona. Puede ser que no me guste esto que has hecho. Pero de ahí a decirte que «eres…» hay un salto que, casi siempre, es injusto. Las personas no somos tan fácilmente catalogables. Somos complejos, somos difíciles. Tengamos razón o no, lo que tenemos son motivos para lo que hacemos. Y aprender a descubrir los motivos ajenos, saber leer las otras batallas, es el único camino para no convertir las tensiones en guerras. Jesús mismo se enfrentó a mucha gente, muchas veces. Pero, condenando acciones e hipocresías, una y otra vez tendía la mano a las personas.
    
TRABAJAR EL PERDÓN: Hace tiempo alguien me dijo, al pedirle perdón, algo así como el perdón no varía los hechos. Es evidente que no. Pero los hechos no son la última verdad, sino lo que hacemos con ellos. De los hechos aprendemos, rectificamos lo que podemos, intentamos sanar las heridas que hayamos podido causar. Negar el valor de la reconciliación; convertir los agravios en muro definitivo; atascarnos en un veredicto de culpabilidad, o no dar tiempo al lenguaje del perdón, eso está muy lejos de la misericordia que aprendemos en Jesús.
 PARA INTERIORIZAR:
1. ¿Eres capaz de no convertir en personales los conflictos, roces, enfrentamientos? Justifica tu respuesta.
2. ¿Hay algo que necesites perdonar o ser perdonado? Justifica tu respuesta.

domingo, 8 de febrero de 2015

CUADERNO DE VIDA: ¿CÁRCELES O ESCUELAS?

¿Cárceles o escuelas?

El sábado pasado me sorprendió –y encantó– ver que el doodle del día estaba dedicado a Concepción Arenal, esa gran mujer, por desgracia poco conocida, que fue una visionaria de la educación y de la reinserción de delincuentes. Arenal tenía que vestirse de hombre para ir a la universidad o para participar en tertulias, que en su tiempo estaban vetadas a las mujeres. Arenal tiene dos frases brillantes que son de total actualidad.
La primera es: «odia el delito y compadece al delincuente». En España se ha modificado el código penal 25 veces los últimos 20 años, siempre para endurecer las penas, fomentando un pensamiento simplista en el que los 'buenos' nos tenemos que proteger de los 'malos', que deben estar encerrados. Los últimos cambios, hechos tras el atentado en París para luchar contra el terrorismo, han sido para resucitar la cadena perpetua, que se abolió al acabar la dictadura. Lo próximo ¿qué será? ¿la pena de muerte?
En los países que tienden a aumentar las penas, como Estados Unidos, además de tener más cárceles repletas, sigue aumentando la delincuencia. Mientras que en los países que se esfuerzan en la reinserción de los delincuentes, como los nórdicos, esta disminuye. Además de los profetas de calamidades que siempre buscan fomentar el castigo, también hay especialistas en derecho penal y criminólogos que proponen una política criminal diferente, menos represiva y más inclusiva.
La otra frase de Arenal es: «abrid escuelas y se cerrarán cárceles».
  • ¿Cárceles o escuelas?
PARA INTERIORIZAR:
Escribe sinceramente tu opinión tras leer este texto del jesuita Javier Montes. 
¿Piensas que es importante tener una buena educación?
¿Qué papel juegan los padres en la educación de sus hijos e hijas?